Se lanza la OTAN a una lucha frontal contra Rusia y China

La Organización del Tratado del Atlán­tico Norte (OTAN) aprobó ayer la “hoja de ruta”, o “Concepto Estratégico” para la siguiente década, en la que apunta a Rusia como una “amenaza significativa y directa”, a China como “un reto sistémico” que usa “herramientas híbridas y cibernéticas maliciosas”, y, por primera ocasión, clasifica de “amenaza” la “instrumentalización de la migración”.

El secretario general de la unión, Jens Stoltenberg, aseguró que se vive “la crisis de estabilidad más grave que hemos enfrentado a partir de la Segunda Guerra Mundial”, al caracterizar de “histórica y transformadora” la Cumbre de Madrid.

El mandatario estadunidense, Joe Biden, hizo saber el crecimiento de la existencia militar de su territorio en el continente Europeo, prometió “defender cada centímetro de territorio aliado”, y afirmó: “hablamos en serio una vez que mencionamos que un ataque contra uno es un ataque contra todos”.

“Aunque la Organización del Tratado del Atlántico Norte es una unión defensiva, nadie debería dudar de nuestra fuerza y decisión para proteger cada centímetro de la región aliado, mantener la autonomía y la totalidad territorial de todos los socios y preponderar contra cualquier agresor”, instituye el término Estratégico, un archivo de 16 páginas y 49 aspectos en el cual se definen las prioridades para los siguientes 10 años.

Se establece que “la Organización del Tratado del Atlántico Norte está decidida a proteger la independencia y la estabilidad de los socios. Su objetivo clave y más grande responsabilidad es afirmar nuestra protección colectiva contra cada una de las amenazas, de cada una de las direcciones”.

Apunta que “la región euroatlántica no está en tranquilidad. La Federación Rusa violó las reglas y principios que contribuyen a un orden de estabilidad europeo estable y predecible. No tenemos la posibilidad de descartar la probabilidad de un ataque contra la autonomía y la totalidad territorial de los aliados”, en alusión a la invasión rusa a Ucrania que empezó el pasado 24 de febrero.

Tras reiterar su apoyo a Ucrania “el tiempo que realice falta” para tolerar a la invasión, la Organización del Tratado del Atlántico Norte, manifestó que Rusia es “la amenaza más significativa y directa para la estabilidad de los aliados”.

Agregó que Moscú “utiliza medios convencionales, cibernéticos e híbridos contra nosotros mismos y nuestros propios aliados. Emplea la amenaza nuclear. Tiene como fin desestabilizar territorios de nuestro Este, Norte y Sur. La Organización del Tratado del Atlántico Norte no busca la confrontación y no representa una amenaza para la Federación Rusa. Vamos a continuar respondiendo a las amenazas rusas y las ocupaciones hostiles de forma unida y responsable. Reforzaremos de manera significativa la disuasión y la protección para todos los socios. No tenemos la posibilidad de tener en cuenta a la Federación Rusa como nuestro socio. No obstante, seguimos dispuestos a conservar abiertos los canales de comunicación con Moscú para gestionar y mitigar los peligros, prevenir la escalada e incrementar la transparencia.”

Zelensky exige más armas

El mandatario de Ucrania, Volodimyr Zelensky, tuvo una breve mediación en la que pidió otra vez “armamento moderno”, apoyo económico por 5 millones de dólares mensuales y solicitó a los socios “valentía para sembrar cara a la agresividad de Rusia”.

La unión ha incluído a China entre sus primordiales retos, por el crecimiento de su predominación en el planeta, al tener en cuenta que emplea una extensa gama de herramientas políticas, económicas y militares para incrementar su huella universal y proyectar poder, “mientras permanece opaco sobre su táctica, intenciones y desarrollo militar. Las operaciones híbridas y cibernéticas maliciosas de China, y su retórica de confrontación y desinformación señala a los socios y daña la estabilidad de la alianza”.

Añadió que Pekín “busca mantener el control de sectores tecnológicos e industriales claves, infraestructuras críticas y materiales estratégicos y cadenas de abastecimiento. Usa su predominación económica para generar dependencias”.

El archivo menciona el deber de combatir a “actores autoritarios que invierten en sofisticadas habilidades convencionales, nucleares y de misiles” en secreto y sin respetar convenios mundiales e “interfieren en nuestros propios procesos democráticos e instituciones y apuntan a la estabilidad de nuestros propios habitantes por medio de estrategias híbridas. Hacen ocupaciones maliciosas en el ciberespacio y el espacio, promoviendo campañas de desinformación, instrumentalizando la migración, manipulando la energía y los suministros y usando la coerción económica”.

En cuanto al “terrorismo”, la Organización del Tratado del Atlántico Norte advirtió: “Es la amenaza asimétrica más directa a la estabilidad de nuestros propios habitantes y al bienestar y la prosperidad mundiales. Las empresas buscan atacar o inspirar ataques contra los socios. Se han expandido sus redes y mejorado sus habilidades con novedosas tecnologías que les otorgan más alcance y letalidad”.

Se añadió al archivo, a iniciativa española, la “amenaza híbrida” que representa “la instrumentalización de los flujos migratorios. Esta inestabilidad relacionada con los conflictos “contribuye al movimiento forzado, fomentando la trata de individuos y la migración irregular”, lo cual implica “serios retos trasnacionales y humanitarios”.

Al referirnos a los flujos migratorios, el archivo incluye en 2 situaciones una alusión a la “integridad territorial de las naciones aliados”, en vez de “la Alianza”, en una exactitud jurídica bien recibida por España que consiguió que quedara cubierta su totalidad territorial, sin aludir de manera directa a los países de Ceuta y Melilla, que colindan con Marruecos y donde el fin de semana fallecieron decenas de migrantes en un salto masivo de la valla fronteriza.

El secretario general del mecanismo, Jens Stoltenberg, mencionó que se prevé, en los siguientes años, un crecimiento del presupuesto militar de las naciones de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.

Biden detalló cómo aumentará su presencia militar en el continente Europeo: “Aquí, en España, vamos a laborar con nuestros propios socios para incrementar los destructores de la Marina estadunidense estacionados en la base naval de España de Rota, de 4 a 6. En Polonia, estableceremos un cuartel general persistente para el Quinto Cuerpo humano de nuestro batallón y fortaleceremos la interoperabilidad entre USA y la Organización del Tratado del Atlántico Norte a lo largo del flanco oriental. Vamos a conservar una brigada rotatoria adicional, que consta de 3 mil militares, y otros 2 mil efectivos con base en Rumania”.

Añadió que se reforzarán los despliegues de su territorio en los estados bálticos, se enviarán 2 escuadrones F-35 extras a Gran Bretaña, y habrá más aviones de “otras capacidades” en Alemania e Italia. En la jornada, se abrió el proceso para la unión de Finlandia y Suecia, que tras la invasión a Ucrania rompieron con su clásico neutralidad, y en aquel marco Biden se juntó, a lo largo de una hora a puerta cerrada, con su par turco, Recep Tayyip Erdogan, a quien felicitó por retirar el veto a que se sumen ambos territorios nórdicos.