Empleado de funeraria en CDMX denuncia abuso sexual y violación, «me comí un yogurt y no recuerdo nada»

2 empleados de una agencia funeraria, ubicada en Sullivan, en la alcaldía Cuauhtémoc, denuncian violencia gremial, acoso sexual y violación, sin que las autoridades detengan a los causantes.

El primer caso es el de Mario, delegado del área de clip de video vigilancia, quien habría sido intoxicado y abusado sexualmente por otro empleado de la agencia el día 3 de agosto.

Cámaras grabaron al atacante

En un clip de video presentado por ForoTV, el ser humano de 34 años asegura que su presunto atacante ha podido ser grabado por las cámaras de estabilidad del establecimiento.

«Estaba bastante insistente en que me comiera un yogurt, algunas veces me negué. Pasa que me lo como y por el momento no recuerdo nada», mencionó.

Después de dicha noche presentó mareos, lagunas mentales y dolor al sentarse. Afirmó que el individuo que le regaló un yogurt y presuntamente lo drogó, además lo acosaba.

Sin adelantos

En el material revelan que Mario presentó una incriminación frente a la Fiscalía de la Ciudad de México, empero no hay adelantos, nadie fue detenido por el mal que indicó el adolescente.

«La Fiscalía comentó que sí hay mal, que sí existe una droga, no me mencionaron especialmente. Sí hay un mal en mi región rectal», afirmó.

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Acoso gremial y tocamientos

En otro de los casos, Alicia, quien además es monitorista de la agencia funeraria, indicó acoso gremial y tocamientos en reiteradas situaciones.

Anterior a este episodio de acoso gremial, la dama relató que ya se habían presentado presuntas agresiones sexuales a lo largo de septiembre y a fines del 2021.

«Subimos a la azotea para hacer una supervisión al tanque de gas y en aquel instante me toca los senos», dijo.

La empleada contó que la última semana de diciembre un individuo, de quien no da más datos, la llevó a una región oscura del sitio y hizo nuevamente tocamientos en los senos y genitales.

La afectada añadió que no cuenta con pruebas contundentes para que su atacante sea detenido.

«No tengo pruebas y es lo cual me piden en una Fiscalía. El acoso gremial no lo toman como enorme delito», describió.

Alicia y Mario, están en la organización por necesidad, presentaron su acusación en las superficies que corresponden de la organización, sin embargo todo sigue impune. Buscan que las autoridades investiguen los hechos para descubrir justicia.