El rescate de los mineros da un paso atrás por la obstrucción que presentan las galerías
La acceso en la mina para emprender un rescate seguro de los obreros atrapados en Coahuila firngía inminente en la mañana de este viernes, tras días bombeando el agua que colmaba los pozos y que ha sido los principios del derrumbe de las galerías el pasado día 3 de agosto. Custodia Civil aseguró que ya se contaba con las condiciones para descargar sin peligro y iniciar la averiguación, sin embargo apenas unas horas después el camino vuelve a ser desandado: las galerías permanecen obstruidas y fuentes extraoficiales señalan que el grado del agua ha vuelto a subir en los túneles. En la mañana, la responsable de Defensa Civil, Laura Velázquez, comunicó que habían extraído el 97% del agua y que se contaba con “los recursos necesarios para empezar las ocupaciones de averiguación y rescate”. La incertidumbre en las labores de salvamento es la lógica en una mina que no cuenta siquiera con planos actualizados.
Se cumplen bastante más de 200 horas sin rastro de los mineros. 10 días bajo tierra, sin comida, agua potable ni luz. Con peligro de fugas de gas y apenas la luz de sus linternas. La exclusiva esperanza de que los obreros continúen con vida es que hayan encontrado una burbuja de viento, empero ha pasado bastante tiempo y un rescate con vida parece más un milagro de la estadística que una elección real. Aun de esta forma, las familias de las víctimas se aferran a dicha probabilidad como a un clavo ardiendo. Recuerdan historias de jornaleros que pudieron salvarse tras haber permanecido atrapados a lo largo de bastante más de una semana en condiciones casi idénticas. Este jueves, un conjunto de parientes salieron en procesión al atardecer, portaron velas y rezaron por los mineros.
Los 3 pozos en los cuales trabajaban los mineros se hallan a tan solo unos metros de distancia de la mina de las Conchas, abandonada hace casi 40 años y repleta de agua por su cercanía con el flujo de agua Sabinas. El líquido se abrió camino e inundó las galerías en las que faenaban los obreros. 5 pudieron salvarse, 10 hombres quedaron debajo. Drenar el agua, una labor titánica que ha solicitado de una veintena de bombas especializadas, fue a lo largo de la última semana la inquietud de los rescatistas. Una batalla contra los recursos que este viernes había conseguido reducir la elevación de la inundación hasta los 72 cm en uno de los pozos, 2,6 metros en otro y 4,2 metros en el último.
El jueves, los buzos del Batallón descendieron al pozo 4 para retirar troncos y palos que obstruían la ingreso a las galerías. Además ha sido colocada una bomba particular para extraer no solo agua, sino además lodo y tierra. Los internamientos de los grupos de rescate se han sucedido en los últimos días, aunque solo han podido sustraer maderas y palos, a medida que la impotencia de los parientes alcanza niveles más graves todos los días. En el campamento se teme un estallido si los mineros no aparecen rápido.
Un acusado por la Fiscalía
La Fiscalía Gral. de la República ha acusado a Cristian Solís Arriaga, el delegado de los pozos, por ”su responsabilidad en todos los actos de dirección y gestión en la explotación ilícita del subsuelo que es un bien de la nación”. No obstante, cada una de las fuentes consultadas en Sabinas señalan que Solís Arriaga es un mero testaferro, un cabeza de turco colocado por los auténticos dueños para que cargue con las culpas. El propio López Obrador ha sostenido en la mañanera que “es posible que a él lo hayan usado (…). Cuando tuvo lugar el infortunio fueron a inscribir a los trabajadores al Seguro Social, seguramente, si es cierto, es una estrategia con maña para castigar al que surge inscribiendo a los trabajadores al seguro y no a los concesionarios”.
Conforme el mandatario, la explotación de la mina ha sido una concesión que se otorgó en 2003, a lo largo de la Gestión de Vicente Fox, y vence en 2053. La organización titular de la explotación es la Minera Flujo de agua Sabinas SA de currículum vitae, que ha sido vendida en noviembre de 2012 a la Compañía Minera El Pinabete. Todos los testimonios consultados indican que uno de los dueños es Régulo Zapata Jaime, exalcalde del municipio de Sabinas. Él lo desmintió en un clip de video en redes sociales, donde afirmó que solo trabajaba como consejero para la compañía.
Cristina Auerbach, una de las más grandes expertas en minería del territorio y activista en custodia de los derechos de los mineros, describió en entrevista con EL Territorio: “La concesión está a nombre de Pinabete y existe una compañía con el mismo nombre que tiene un contrato. Los dueños de Pinabete son los aliados de Régulo Zapata, que ha sido alcalde de Sabinas. Al que permanecen poniendo como propietario [Solís Agarra], que comentan que es el responsable, es un joven de 27 o 28 años, por supuesto no es el propietario de la mina”.
López Obrador además ha apuntado que “en toda dicha zona ha habido mucha corrupción y con mucha predominación política, gobernadores caciques, empresarios corruptos vinculados a políticos. En la situación de esta mina no permanecen sindicalizados ya que no permiten que el trabajador se salvaguarde con un sindicato. Hemos pedido a la Fiscalía que actúe con rigor, que no haya impunidad, empero lo cual más nos importa es el rescate”. Auerbach coincide en este punto con el jefe: “Esto inició una vez que [el expresidente mexicano, Carlos] Salinas de Gortari privatizó la minería. La mayor parte de las minas eran del Estado, y una vez que el Estado las privatizó, todos los minados antiguos se le brindan a los caciques locales. Son un diminuto conjunto de familias que se quedaron con todo: a la vez son empresarios de carbón, ganaderos y alcaldes”.
De instante, los responsables siguen sin aparecer, a medida que en la mina toda una sociedad rota espera que, por fin, este viernes, luego de 10 días, los mineros empiecen a salir. Vivos o muertos.