Féretro de la reina Isabel II llega al Palacio de Buckingham; la reciben con aplausos

Entre aplausos, el cortejo tétrica en que viaja el féretro con el cuerpo humano de la reina Isabel II arribó al Palacio de Buckingham perteneciente escoceses, a medida que multitudes se aglomeraron en el camino para darle el último adiós. Min luego de las 8 de la noche, tiempo de Londres, 2 de la tarde de Ciudad de México, el auto que trasladó a la monarca del Reino Unido ingresó al circuito del Palacio de Buckingham. Los una cantidad enorme de asistentes siguieron en sus teléfonos celulares la transmisión televisiva del recorrido a partir de la base aérea militar de RAF Northolt para saber la distancia en que estaba el cortejo tétrica. Su hijo, el monarca Carlos III, quien recibirá el féretro, arribó además el martes a Londres a partir de Irlanda del Norte, donde su visita entregó sitio a una inusual muestra de unidad entre los políticos de una zona dividida en sus identidades del Reino Unido e irlandesa y referente a la monarquía.

A las 18:54 horas locales, un avión de la Fuerza Aérea Real con los restos de la monarca aterrizó en Londres, procedente del aeropuerto de Edimburgo, donde estaba su cuerpo humano a partir del pasado 8 de septiembre, una vez que murió. La carroza tétrica estuvo resguardada por una Guardia de Honor en los 20 kilómetros de recorrido hasta el Palacio de Buckingham. Horas previamente en Edimburgo, al son de una gaita, el féretro de roble cubierto por una bandera salió de la Catedral de San Egidio. La población que atestaba las aceras de la Milla Real, en el corazón histórico de Edimburgo, aplaudió al paso del féretro en compañía por la hija de la reina, la princesa Ana, en su camino al aeropuerto, de donde partió hacia Londres. A lo largo de las últimas 24 horas, millares de individuos pasaron en silencio frente al féretro, llevado a Edimburgo a partir de Balmoral, su residencia de verano, donde la reina falleció el jueves a los 96 años y 70 en el trono. El féretro pasará la noche en el Palacio de Buckingham. El miércoles el ataúd va a ser llevado al Parlamento, donde permanecerá en capilla ardiente a lo largo de 4 días anteriormente del sepelio del lunes. Horas previamente, en Belfast, centenares de individuos ocuparon las aceras de la calle que va al Castillo de Hillsborough, la residencia oficial de el núcleo familiar real en Irlanda del Norte, en las últimas muestras públicas de afecto a la reina difunta. La acera ante los portales estaba cubierta de centenares de ofrendas florales. Carlos III y su señora, la reina consorte Camila, bajaron de su auto para saludar a la población y estrechar las manos de los aldeanos, entre ellos chicos en uniformes estudiantiles azules. El monarca acarició a un corgi —la raza canina preferida por su madre— y ciertos corearon «Dios salve al monarca». «Hoy es un día tan fundamental para mí y para mi familia, estar presente en mi aldea natal con mis hijos para presenciar el arribo del nuevo monarca es un rato realmente histórico para todos», mencionó Robin Campbell, un vecino de Hillsborough. Carlos hace una gira por los 4 territorios constituyentes del Reino Unificado.