Chihuahua: Jesuitas asesinados, sicario pidió confesarse frente a sacerdote sobreviviente
Después de matar a un hombre y a 2 curas jesuitas, el sicario que perpetró el ataque estuvo aún una hora hablando con un tercer cura al que no disparó, contó este miércoles el papá jesuita Javier Ávila.
El papá Ávila mencionó que habló con el papá Jesús Reyes, quien estaba con los sacerdotes Javier Campos y Joaquín Mora al instante del ataque, quien manifestó que no sabía por qué a él no lo mataron.
“El interrogante del mismo sacerdote que queda con vida es ‘¿por qué a mi no me mató?’. Ayer me hizo la narración, él estaba a lo largo de ambos sacerdotes una vez que el delincuente, con el arma en la mano, mata a un sacerdote, después al preeminente jesuita, a él además lo mata. Él (Jesús Reyes) se queda en medio y él dice: ‘Yo sigo. No sé por qué no me asesinó’. Se quedó en medio desconcertado. (El sicario) se puso a conversar con él, inclusive me plantea que se arrodilló y le solicitó disculpas, le solicitó confesión”, contó Ávila en Radio Fórmula.
La conversación ocurrió en el mismo sitio donde fueron asesinados los demás 2 jesuitas y duró alrededor de una hora, según lo cual contó el cura Reyes al cura Ávila.
El papá sobreviviente intentó convencer al sicario de que dejara los cuerpos de los individuos asesinadas dentro del templo, empero al sitio arribaron hombres armados que se los llevaron, contó Reyes a Ávila.
El martes, Javier Campo Morales y Joaquín César Mora Salazar, 2 misioneros jesuitas, fueron asesinados en el santuario de la sociedad de Cerocahui, municipio de Urique, en la sierra de Chihuahua. Esto tuvo lugar una vez que un sicario entró al sitio persiguiendo a un hombre, al cual mató en el santuario.
José Noriel Portillo, alias ‘El Chueco’, es el primordial sospechoso del asesinato de los sacerdotes jesuitas y un civil. Ya hace por lo menos una década, ‘El Chueco’, jefe de ‘Los Salazares’ en el municipio de Urique, se adueñó de la vida y ocupaciones de los habitantes de dicha zona de la Sierra Tarahumara.
El sacerdote Javier Ávila afirmó en la entrevista de este miércoles que los jesuitas asesinados conocen bien a José Noriel Portillo, A partir de que era infante.
‘La maltrato es una pus que permea en la sierra Tarahumara’
El papá Javier Ávila denunció la violencia que se vive ya hace bastante más de 40 años en la sierra Tarahumara, donde ocurrió el incidente con los jesuitas.
“Llevo alrededor de 48 años en Tarahumara y a partir de que llegué aquel fenómeno ya existía (la maltrato y delincuencia), ¿qué pasa con las autoridades? ¿Qué, hay complicidades? Es pregunta”, cuestionó el jesuita en Radio Fórmula.
Además comentó que de nada servía que el mandatario Andrés Manuel López Obrador acepte que hay maltrato si no hay resultados en estabilidad.
“No hay datos de vivencias famosas, palpables, que digan que en esta región ya se limpió todo, es una plaga, una pus que permea toda la sierra y todo el país”, apuntó Javier Ávila.