Con sistema antidrones, Sedena ‘blinda’ Palacio Nacional de ataques y espionajes
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) adquirió un sistema antidrones para crear una “No Fly Zone” (lugar libre de vuelo de drones), en Palacio Nacional y sus inmediaciones – 34 mil 300 metros cuadrados -, con el fin de evitar que se vulnere la seguridad y la privacidad del presidente Andrés Manuel López Obrador, mediante ataques, espionajes o hackeos. La Sedena señaló que se han detectado sobrevuelos de drones no autorizados en zonas cercanas al recinto histórico, los cuales – según la institución castrense – podrían ser utilizados para atacar con material explosivo o venenoso el sitio donde vive el mandatario, o bien, robar información.
“Los usos de drones maliciosos pueden tener diferentes fines, entre ellos; ataques por medio de drones con material explosivo venenoso y ataques con drones adaptados con armas de fabricación casera. Realizar espionaje que pueda vulnerar la privacidad de actividades tácticas, así como ataques de hackeo o robo de información, por medio de equipo de recopilación electrónica atado a drones (IMSI cátcher furtivo casero) o equipo de robo de información IP”.
Lo anterior fue descrito en el contrato firmado entre la Sedena y la empresa “Soluciones Tecnológicas y Protección Aeroespacial S.A. de C.V.», para la adquisición de un sistema antidrones, cuyo costo fue de 5 millones 487 mil 356 pesos. “Todos los países del mundo ya necesitan estos sistemas, porque es tan extendido el uso de los drones con fines de espionaje, y también con fines criminales, inclusive terroristas, que todos los países necesitan estos sistemas para proteger a sus primeros mandatarios”, señaló Gerardo Rodríguez, especialista en Seguridad Nacional. De acuerdo con el contrato, este sistema tiene la capacidad de inhibir las bandas de navegación satelital GPS L1 y L2, así como las bandas de control 2.4 y 5.8 GHz, 433 y 900 MHz, utilizadas para drones de largo alcance y funciones adicionales de telemetría.
El sistema consiste en seis equipos dirigidos hacia el exterior, los cuales utilizan técnicas de procesamiento de señal, para emitir interferencias e impedir la comunicación entre drones y controles. “Los equipos bloquean todas las comunicaciones requeridas para el correcto funcionamiento de los drones. Inhiben las frecuencias vigentes de drones comerciales e impiden la comunicación entre el dron y la terminal. También imposibilitan la geolocalización del dron al bloquear el espectro satelital, donde las frecuencias de GPS o GLONASS funcionan”, detalló el documento.