El último baile de Los Chuparrecio, asesinados y calcinados en Celaya

La última matanza de músicos que se recuerda, ocurrió el pasado 22 de marzo en Celaya, Guanajuato. Los siete integrantes del grupo musical Los Chupacierro, fueron calcinados en la comunidad de San José el Nuevo.

Las autoridades del estado informaron que la noche de ese día, fueron alertadas del incendio de una camioneta marca Ford F-150, modelo 1987, color rojo, en cuyo interior se encontraban los cadáveres de los músicos. Las víctimas, según las imágenes que circularon en redes sociales, vestían pantalón de mezclilla y playera. Posiblemente habrían sido torturados.

Esta mañana, el fiscal de Guanajuato, Carlos Zamarripa, señaló que hasta el momento no hay ninguna línea de investigación sobre la masacre. Extraoficialmente se detalló que entre los cuerpos se encontraba el de un menor de edad; sin embargo, el fiscal no confirmó la información.

Hace tres días, Los Chupacierro viajaron desde el poblado Juan Martín a San José para ofrecer un concierto. La última vez que se les vio fue a las 15:00 horas.

Como tantos mexicanos, los músicos están sometidos a la ley de plata o plomo. En enero de 2020, diez músicos fueron asesinados en el poblado de Alcozacán, en el municipio de Chilapa de Álvarez, Guerrero, cuando regresaban de prestar sus servicios al conjunto “Conquistador”, al que le hacía falta equipo para una presentación.

En la carretera Mexcalzingo-Tlayelpan, los músicos fueron emboscados en un retén de la policía comunitaria “Por la Paz y la Justicia”, presuntamente relacionada con el grupo criminal Los Ardillos. Las víctimas aceleraron, pero uno de los camiones en los que viajaban fue alcanzado por granadas, muriendo quemados cinco hombres. Los otros integrantes que viajaban en otro vehículo, fueron degollados y su camión fue lanzado a un barranco.

Las personas decapitadas fueron identificadas como los hermanos José y Candido Fiscaleño, Crescenciano Migueleño, Marcos Fiscaleño y Antonio Mendoza. Sus cuerpos fueron entregados el domingo para realizar los funerales.

En tanto, los cadáveres de Israel Tolentino, Israel Mendoza, Florentino Linares, Juan Joaquín Ahejote y Regino Fiscaleño no han sido entregados, debido a que quedaron irreconocibles por el nivel de calcinación que sufrieron.

La agresión dejó a ocho mujeres viudas y 23 menores sin padres. También, historias devastadoras como la de Israel Mendonza, de 15 años, quien estudiaba el tercer grado de secundaria y tocaba la batería. Era hijo único de la dueña del grupo “Sensación”y asistió al evento para supervisar el cuidado del equipo.

Israel Tolentino, de 24, llevaba años viviendo en Cuernavaca; sin embargo, regresó al pueblo de Chilapa el 3 de enero porque lo nombraron policía comunitario por un año. Al terminar el periodo, regresaría otra vez a Morelos.

El joven se alquiló como chófer de una de las dos camionetas de los músicos con la intención de obtener ingresos. De los dos niños que dejó en la orfandad, el más pequeño, de cuatro meses de nacido, todavía no tenía un nombre y sólo se refería a él como gordito.