Lo que se sabe del sospechoso del asesinato de Shinzo Abe, exprimer ministro de Japón

2 disparos sonaron previo a que el ex primer ministro de Japón, Shinzo Abe, se desplomara en el suelo y horas después se confirmara su muerte en el nosocomio. El crimen tuvo lugar en la metrópoli de Nara, a casi 500 kilómetros de Tokyo, en un acto público electoral.
En una conferencia de prensa, un médico comentó que los doctores pasaron 4 horas y media procurando a Abe y que este falleció desangrado. El médico confirmó que Abe arribó con 2 heridas, una de ellas en el cuello y lo suficientemente enorme como para conseguir su corazón. Ni una de las balas ha sido encontrada a lo largo de la cirugía.
El ex primer ministro no poseía signos vitales una vez que arribó a la clínica y padeció un paro cardiopulmonar en la escena del crimen. Rápidamente luego de los disparos, los agentes de estabilidad neutralizaron en el suelo al sospechoso, quien ahora está bajo protección policial.
Abe estaba en Nara en un acto de campaña electoral donde estaba secundando al candidato Kei Sato, integrante presente de la Cámara Alta y postulante para la reelección en Nara. Japón y el planeta permanecen conmocionados frente a un crimen en un territorio donde la entrada a las armas es radicalmente restringido y las muertes por armas de fuego bastante poco comunes.
Por esa razón varios se preguntan quién es el primordial sospechoso, qué motivos podría tener para atentar contra Abe y cómo se logró con el arma homicida.
El crimen causa conmociona a un territorio donde la violencia contra políticos y la utilización de armas de fuego son radicalmente inusuales.
Posible exmiembro de las fuerzas de protección
Sobre las 11:30 am hora de la localidad, las imágenes en la escena presentan a un hombre con camiseta gris y pantalones café acercándose a Abe por detrás.
Disparó por lo menos 2 veces, emergió una nube de humo y los testigos, aterrados, se echaron al suelo. Abe colapsó, evidentemente sangrando, y se le comenzó a utilizar masajes cardíacos, según cuentan testigos. El ser humano arrestado por la policía y primordial sospechoso del crimen tiene 41 años, según reportan medios locales.
Su nombre es Tetsuya Yamagami y se cree que es nativo de la localidad de Nara.
Testigos en el sitio de los hechos relatan que el individuo ha sido rápidamente neutralizado por la policía tras los disparos. Al parecer, estaba armado con una especie de arma casera.
Un arma sin detectar y que se ajustaría a las descripciones de los testigos ha sido filmada en el suelo a partir del ataque, aunque todavía faltan diversos detalles policiales por confirmar. Medios locales en Japón han reportado que Yamagami había conformado parte de las Fuerzas de Custodia Marítimas de Japón y que había culminado el servicio en 2005.
NHK, la emisora de radiodifusión pública de Japón, reporta que el sospechoso comentó a la policía tras su arresto que estaba «frustrado con el ex primer ministro y que apuntó a Abe con el objetivo de matarlo».
Cómo se logró con el arma
Rupert Wingfield-Hayes, corresponsal de la BBC en Tokyo, reporta que, al parecer, el sospechoso fabricó su propia arma. Las fotografías tomadas desde el arresto del individuo presentan lo cual parece ser un arma de doble cañón casera e improvisada.
Momentos anterior a los disparos, podía verse al individuo cerca detrás de Abe (a la derecha del ex primer ministro, vistiendo camiseta gris y pantalones café). La violencia con armas de fuego es bastante inusual en Japón y es bastante dificil hacerse con una pistola. La violencia contra los políticos además es drásticamente infrecuente.
Abe contaba con equipo de estabilidad. Sin embargo pese a esto, parece que el sospechoso ha podido acercarse a pocos metros de Abe sin pasar por ningún tipo de estabilidad o barrera. El atentado contra una figura de tal prominencia conmociona profundamente a un territorio que se enorgullece de su estabilidad.
Restringido ingreso a las armas
El proceso para hacerse legalmente con un arma en Japón es drásticamente difícil. Aunque hay varias excepciones, incluyendo para cazar, esos que solicitan una licencia permanecen sujetos a controles mentales, de medicamentos e historial criminal.
Además, esos que desean tener un arma tienen que pasar un día completo de entrenamiento, someterse a una prueba redactada y aprobar tests de puntería.
En 2020, hubo 32 muertes atribuidas a armas de fuego en Japón, conforme el Small Arms Survey, que vigila esta clase de maltrato a grado universal.
Japón tiene 125 millones de pobladores alrededor de.